La blefaroplastia es un tipo de cirugía que sirve para corregir los párpados caídos.

¿Por qué debería de realizarme una cirugía como esta?

La mayoría de los pacientes consideran realizarse una blefaroplastia cuando tienen los parpados flácidos y no pueden abrirlos y lo que quieren es mejorar su visión. Otros desean realizarse la cirugía para darle a sus ojos una apariencia más joven y alerta. Cada uno tiene una razón diferente para considerar hacerse la cirugía. Sin embargo, normalmente se recomienda si: 

1. Tienes bolsitas y flacidez de la piel de los párpados inferiores
2. Tienes exceso en la piel y se cuelga en los parpados superiores (que incluso interfieren con la visión periférica).

Algunas personas tambien pueden nacer con debilidad de los músculos que se encargan de abrir los párpados de firma correcta. Esta condición se le conoce como Ptosis congénita. En este caso, la cirugía incluye fortalecer estos músculos para que, además de tener una apariencia mejor, la visión se puede desarrollar de forma adecuada.

El mayor beneficio de este tipo de cirugía es estético. Ya que mejora muchísimo nuestra apariencia y nos da un aspecto de menor edad y menos cansancio. Esta debe de realizarse siempre cuidando el aspecto funcional de los párpados y no solamente el estético.

¿Qué riesgos tiene realizarse una blefaroplastia?

Como toda cirugía, existen algunos riesgos que se deben de considerar antes de decidir si conviene operarse o no. La siguiente lista enumera algunos de los riesgos más comunes relacionados con este tipo de cirugías. Sin embargo, estos no necesariamente son todos, ya que cada paciente es diferente. Se recomienda tener una plática completa y honesta con su médico Oftlamólogo antes de tomar cualquier decisión. A pesar de que son muy raras estas complicaciones, nunca el riesgo es igual a cero.

• Infección y sangrado. El sangrado depende mucho de la vascularización que cada uno tiene. Algunos pacientes sangran más que otros. Por lo general esto son autolimitados y raras veces requieren de una reoperación. Todas las heridas tienen el riesgo de infectarse. Para ello los médicos dejan antibióticos tomados y en pomadas para después de la cirugía. 
• Ojo seco o irritado. Esto por lo general sucede debido a una cicatrización anormal o porque se privilegia el aspecto estético y no el funcional de los párpados. Para su tratamiento es probable que se necesiten lubricantes por tiempo prolongado o incluso puede ser indefinido. 
• Cicatrices evidentes. Por lo general, este tipo de cirugías se realizan usando heridas sumamente discretas. A veces se realizan por dentro o usando los pliegues naturales del cuerpo. Esto con el objetivo de que las heridas “no se vean”. Sin embargo, esto a veces no se consigue y la herida se alcanza a percibir. 
• Cambios de color de la piel. Esto ocurre porque la cirugía altera la vasculatura de los párpados. O porque a veces se necesitan injertos de piel para cubrir defectos. En estos casos la piel cambia de color. Puede hacerse o más clara o más oscura. Este defecto puede persistir por mucho tiempo. 
• Lesión en los músculos de los ojos. Cuando la cirugía es estética, por lo general no se tocan los músculos. Sin embargo, existe el riesgo de que se lesionen durante el procedimiento y a veces requieren mucho tiempo en sanar.

¿Qué pasa cuando decido hacerme esta cirugía?

Primero tienes que acudir a un médico especialista y certificado para la realización de un procedimiento de esta naturaleza. En general, sólo los cirujanos oftalmólogos y los cirujanos plásticos cuentan con la destreza adecuada y experiencia para realizarlas de forma segura y con buenos resultados. Durante la primera consulta, el médico te revisa y checan tu estado de salud en general y te explican el procedimiento. Esto incluye una explicación de los objetivos y posibles resultados de la cirugía. Ya que es muy importante que exista una discusión honesta y realista sobre las expectativas, motivaciones y las posibles consecuencias del procedimiento.

En esta primera visita, lo más probable es que te tomen fotografías de tus párpados para poder comparar el antes y después, una vez que se hayan quitado la inflamación. 

Posteriormente tu médico te pedirá estudios de laboratorio para verificar tu estado de salud y que te encuentres en las condiciones óptimas para realizar el procedimiento.

¿Qué voy a sentir después de la cirugía?

Dependiendo de lo extenso de la cirugía (sólo un párpado vs. Los 4 párpados). La recuperación puede ser un poco diferente. Cuando la cirugía es estética, se realiza con anestesia local, por lo que la recuperación es mucho más rápida. Sólo en algunos casos especiales se opta por una anestesia más profunda.

Durante las primeras horas, los pacientes pueden experimentar visión borrosa debido a la aplicación de ungüento lubricante o antibiótico después de la cirugía. Puede existir lagrimeo, sensibilidad a la luz, los párpados se hinchan y se ponen morados o de una coloración violácea. Estos moretones pueden persistir por varias semanas, pero depende completamente de la capacidad de recuperación de cada paciente. A pesar de que es un procedimiento pequeño, puede existir dolor durante el postoperatorio inmediato. Sin embargo, este suele ser leve, tolerable y cede con la ingesta de medicamentos analgésicos sin problema.

El cirujano le puede recomendar usar bolsitas de gel frio o hielo local para desinflamar y bajar la hinchazón más rápido. Tambien es importante que se mantenga limpia la herida. Se debe de guardar reposo. No es necesario estar postrado en cama, pero si limitar las actividades que requieren mayor esfuerzo como pujar, cargar pesado o hacer ejercicio hasta que el médico le autorice hacerlo. A la semana después de la cirugía, el médico le puede pedir que acuda nuevamente al consultorio para retirar las suturas y revisar los resultados iniciales del procedimiento.

Si usted toma algún medicamento como anticoagulantes (warfarina, aspirina, etc) debe de avisar al medico antes de realizar el procedimiento. En este caso, su médico cardiólogo o hematólogo deberá de estar sobre aviso de que se planea realizar la cirugía.

¿Qué es el Botox?

El Botox es un procedimiento médico en el cual se usa toxina botulínica para el tratamiento de arrugas en la piel. Funciona al ocasionar una parálisis limitada y transitoria de los músculos superficiales de la expresión de la cara. El mayor beneficio se obtiene cuando se usa de manera “preventiva” y no cuando el surco de la arruga ya se encuentra formado.

Este medicamento es en realidad una toxina que se obtiene del Clostridium botulinum. Es una bacteria que se puede encontrar en el tracto intestinal de algunos mamíferos y peces. Cuando las esporas de esta bacteria se transforman en células vegetativas y proliferan comienzan a producir esta toxina. Esta toxina es muy potente y es la responsable de la enfermedad conocida como botulismo. Es una de las sustancias más toxicas conocidas por el hombre.

¿Para qué más sirve el Botox?

Además de las aplicaciones estéticas, el Botox se usa para el tratamiento de otros padecimientos como lo son: 
• Estrabismo
• Migrañas
• Hiperhidrosis o sudoración excesiva.
• Incontinencia vesical. 
• Blefaroespasmo esencial
• Entre otras.

¿Qué riesgos tiene la aplicación del Botox?

La inyección de Botox por lo general es bien tolerada y tiene pocos efectos adversos. Aproximadamente el 1% de los pacientes que reciben este medicamento desarrolla anticuerpos contra la toxina. Lo que vuelve inefectivo los tratamientos subsecuentes.

Además de el riesgo de alergia a los componentes del Botox, existen otros efectos adversos raros secundarios a su aplicación. Estos pueden depender de la cantidad de medicamento inyectada, así como de la zona en donde fue aplicado: 

• Dolor leve e hinchazón. 
• Enrojecimiento de la piel. 
• Adormecimiento de la piel.
• Dolor de cabeza. 
• Nausea leve a moderada. 
• Caída del parpado superior o debilidad de parpado inferior. 
• Visión doble
• Resequedad de mucosas.

Para una lista más completa sobre todos los posibles efectos adversos visita la página del fabricante o pregunte a su médico tratante.